En este tipo de adiestramiento se educa al can con ejercicios de repetición premiando lo positivo y castigando lo negativo (siempre sin maltrato físico).
La obediencia es fundamental para disfrutar de nuestro perro, la mejor etapa para empezarla es a partir de los 5 – 6 meses, no obstante se puede empezar a cualquier edad. Trabajando con un cachorro evitamos la instauración de conductas indeseadas, el perro es más moldeable a esa edad que cuando ya es adulto.
No tenemos que recurrir a presión ninguna y todo el trabajo se realiza por refuerzo positivo. Con esto no queremos decir que si su perro no es un cachorro no se pueda educar. Solamente que cuanto antes se empiece, menos esfuerzo será no sólo para nosotros, sino para el perro.